1. Respira hondo, sonríe al nuevo día y mira por la ventana. Puedes simplemente mirarte con simpatía al espejo, recrear la vista en tu última compra o en ese objeto que tanto te gusta, puedes mirar a tu mascota, a tu pareja o a tus hijos.
2. Organiza tu agenda diaria. Delega funciones y haz que tu tiempo alcance para todo. Bien organizada, verás que el día tiene suficientes horas para cumplir con tus obligaciones y para hacer algo agradable. Ponte metas accesibles, aquellas que se consiguen sin agobios.
3. Pon los pies en alto y cierra los ojos durante un rato. La cuarta regla de oro para relajarse es hacer una pausa y disfrutar de las pequeñas cosas.
4. Mantén un estilo de vida saludable. Limita tu consumo de estimulantes como café, té o alcohol, y mantén una alimentación sana. Practica algún deporte o si lo prefieres da largos paseos por lugares agradables.
5. Intenta desconectarte. Recurre a tu imaginación cuando te sientas estresada. Piensa en un color, en un paisaje, en el rostro de las personas a las que quieres, recuerda una situación agradable, imagina tus próximas vacaciones... Seguramente te gusta la música, visualiza los sonidos. Si eres amante de la pintura, recuerda un cuadro o unas pinceladas. Memoriza un poema con el que te identifiques y repítelo cuando quieras alejar el estrés.
6. Aprende a meditar. Intenta hacer que tu mente se vacíe, no es fácil, desconectarte puede parecerte imposible, pero lograrlo es cuestión de práctica y constancia.
7. No lleves a la cama preocupaciones. Si lo último que haces antes de dormirte es pensar en los problemas del día, seguramente dormirás mal y al día siguiente te levantarás peor. Lee, ve un poco de televisión, da un paseo, date un baño caliente, toma un té o un vaso de leche tibia.
8. Duerme ocho horas diarias. Dormir suficientes horas es otra de las normas indispensables para estar relajada y en buena forma.
formas de relajación
sábado, 13 de octubre de 2012
los animales gran fuente de relajación
como no acariciarlo
puede ser una ayuda para la salida adelante en la vida de personas que se encuentran en momentos de crisis, personas que han sufrido accidentes y para el ser humano en general tanto en la enfermedad como en la salud.
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